Todos los inviernos surgen brotes de gripe de los que queremos protegernos. Este año además, con la aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 , tenemos un escenario en el que se insta (aún más) al aumento de la higiene personal como ayuda para prevenir infecciones. Estos virus se transmiten mediante las gotas de saliva, así que, si estás enfermo, la tos o el estornudo pueden transmitir dichas infecciones.
Índice de contenidos
La principal recomendación es que, a la hora de toser o estornudar, se haga en un pañuelo desechable. Pero honestamente, no siempre llevamos pañuelos encima, o no siempre tenemos tiempo de poder sacarlos, así que la alternativa "real" que tenemos es cubrirnos la boca con la parte interna del brazo (a la altura del antebrazo o del codo), y así evitar la expansión del virus en la medida de lo posible. ¿Por qué hacer hincapié en este aspecto?
Hablemos un poco sobre los virus, sobre como actúan virus como el SARS-CoV-2. Cuando un virus invade un hospedador (como una célula humana), el virus usa la maquinaria celular del huésped para su proceso de replicación; se replica el material genético y las proteínas. Pero no se forma solo un virus, se forman muchísimas copias, y todos estos nuevos virus saturan la célula, que acaba muriendo. La célula estalla y libera todos estos nuevos virus que seguirán este mismo proceso para seguir replicándose. En los pulmones, algunos de estos virus terminan en las vías respiratorias, y en las membranas mucosas que los envuelven. Y así, cuando toses (y aún más cuando estornudas) se expulsan gotas respiratorias al exterior que pueden llegar a recorrer hasta 10 metros.
Estas gotas suelen secarse rápido cuando acaban en cualquier superficie. Pero hay un problema: los virus siguen activos. ¿Cuánto tiempo permanece activo el virus? SARS-CoV-2 parece que permanece activo en superficies favorables durante horas, o incluso durante 1 día. La humedad, la luz del sol (radiación UV) y el calor hacen que el virus sea menos estable.
La piel es una superficie ideal para el virus, por razones químicas que se explican aquí. Así, cuando tocas una superficie (como el pomo de una puerta) con partículas virales en él, éstos se pegarán a tu piel; se quedarán en tus manos.
De momento no son peligrosos, no estás infectado. Ahora bien, si te tocas la cara con las manos, el virus podría transmitirse de las manos a la cara. Entonces, los virus están cerca de las vías respiratorias y de las membranas mucosas (nariz, ojos, boca). El virus ahora si que puede entrar a tu cuerpo, y si, estás infectado, a menos que el sistema inmune mate al virus. Además, puedes transmitir el virus con las manos, la boca, las gotas respiratorias. Un apretón de manos, besos... todo esto puede ayudar a la propagación del virus. La cosa es, ¿es tan fácil llevarse las manos a la cara? Imagino que sabes la respuesta.
Pensemos en nuestro día a día, en acciones que hacemos de manera automática a lo largo del día. Llevarse la mano a la cara es muy común: nos apoyamos la cara en la mano, nos frotamos los ojos, nos llevamos la mano a la nariz, la boca... en fin, hay muchas acciones que hacemos sin darnos cuenta. Si nuestras manos están con esas gotas de saliva infectadas y nos las llevamos a la cara, los gérmenes pueden entrar en nuestro organismo y ya tenemos el lío.
Pero además, nos relacionamos con otras personas. El apretón de manos es probablemente la forma más común de saludarse por todo el mundo. Ahora piensa en esto. Toses o estornudas en la mano, con esa mano saludas a otra persona, esa persona se lleva las manos a la cara de forma automática y... si, la posibilidad de infección aumenta muchísimo.
O imagina que vas a reunirte con colegas de trabajo (o con amigos también, por qué no), y antes de saludar, estornudas en la mano. Después de eso, nadie querrá darte un apretón de manos, y harán bien. ¿Te gusta bailar? En la mayoría de bailes de pareja los dos se cogen las manos (o alguna mano va a la espalda, no pensemos en esos detalles ahora). Te sacan a bailar, o sacas a bailar a alguien, y ahora vas y toses en la mano... en fin, seguro que se te vienen a la mente más situaciones en las que toser en la mano puede dar lugar a situaciones incómodas.
A lo mejor puedes pensar que esto se soluciona con desinfectarte la mano tras toser o estornudar. Es cierto que los geles desinfectantes pueden ayudar, pero nada sustituye a lavarse las manos con agua y jabón. Sino, pregunta a cualquiera que trabaje en algún laboratorio, o en algún hospital, y que te cuente 😉
Somos seres de costumbres, y si tienes las costumbre de toser o estornudar en la mano puede ser difícil quitártela. Pero aquí has visto razones sociales y, sobre todo, médicas, para cambiar este hábito. Ni el coronavirus ni la gripe se erradicarán por toser en el brazo, pero desde luego que puede ayudar a su prevención.