Aclaración: llamamos SARS-CoV-2 a la especie del nuevo coronavirus; la enfermedad provocada por el virus se llama COVID-19.
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El coronavirus es un virus ARN monocatenario positivo (virus +ssRNA). El tamaño de su genoma oscila entre 27 y 31 kb. Los coronavirus infectan de manera frecuente a los humanos; en especial, las cepas de coronavirus 229E, NL63, OC43 y HKU1, que provocan síntomas de un resfriado común (Habibzadeh et al., 2020). Si bien en este año se está hablando mucho del coronavirus debido a la reciente infección por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19), en el pasado, otras especies de coronavirus ya han causado infecciones graves tales como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS). Se organizan dentro del orden Nidovirales, en la familia Coronaviridae. SARS-CoV-2 pertenece a la especie Betacoronavirus, agente infeccioso de mamíferos (Chen et al., 2020). Puedes encontrar más información sobre la familia de los coronavirus en este artículo.
Las micrografías obtenidas del nuevo coronavirus con tinción negativa en el microscopio electrónico de transmisión muestran partículas esféricas con algún pleomorfismo. Podemos ver partículas víricas con muchos picos distintivos, que dan a los viriones el aspecto de corona. Además, se encontraron partículas víricas fuera de la célula y cuerpos de inclusión llenos de partículas víricas en secciones epiteliales del sistema respiratorio humano. La morfología observada en estas muestras concuerda con la de la familia Coronaviridae (Zhu et al., 2020).
A finales de 2019, apareció un brote de neumonía en Wuhan, China. Se hicieron pruebas para los coronavirus SARS-CoV y MERS-CoV pero los resultados fueron negativos. La posibilidad de que esta infección fuera causada por un nuevo virus aumentaba, así que se secuenció el material genético de este virus. El resultado: un nuevo virus que no se había visto antes, con estructura genómica típica de la familia de los coronavirus, que acabó situado en la especie de los betacoronavirus. La OMS le dio el nombre provisional de nuevo coronavirus (2019 novel coronavirus en inglés, o abreviado, 2019-nCoV) (Chen et al., 2020). Se ha secuenciado todo el genoma de este virus; de hecho, su secuencia está disponible para todo el público.
Todo parece indicar que este virus apareció por primera vez en un mercado de animales vivos de Wuhan. Observando el árbol filogenético de los coronavirus, se ve que este nuevo virus esta más cerca de los Murciélago coronavirus similar al SARS ZC45 y ZXC21 (bat-SL-CoV ZC45 y bat-SL-CoV ZXC21), así que el origen más plausible de este virus parece ser el murciélago (Chen et al., 2020). Probablemente, el virus se originó por una mutación en la glicoproteína spyke, adquiriendo así la habilidad de infectar humanos (Giovanetti et al., 2020).
Los principales síntomas del nuevo coronavirus son fiebre, malestar general y tos seca. En menor medida aparece la dificultad para respirar y distrés respiratorio (Lu et al., 2020). Los primeros casos confirmados del nuevo coronavirus tenían un punto en común: neumonía viral. Menos de un tercio de los casos padecían distrés respiratorio. El número de muertes por causa de la neumonía estaba sobre el 3%. Hay que añadir que la mayoría de fallecidos tenían enfermedades que comprometían su sistema inmune, tales como hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares (Chen., 2020).
A día de 20 de enero de 2020, se habían confirmado 291 casos de infectados por este nuevo coronavirus en China; 270 casos en Wuhan y 21 en Pekín, Shanghai y Guangdong; además de 4 casos en otros países; 2 casos en Tailandia, 1 en Japón y 1 en Corea del Sur. Todos los casos de infección tenían algo en común: dos semanas antes de la aparición de síntomas, todas estas personas vivían en Wuhan o estaban de visita a esa ciudad. En Wuhan se reportaron 6 muertes y 63 pacientes con síntomas severos. De entre los seis muertos, cuatro pacientes tenían más de 60 años y tenían ya otras enfermedades antes de contraer el virus, tales como disfunción renal y enfemerdades cardiovaculares y hepáticas (Chen et al., 2020).
El jueves 30 de enero de 2020, la OMS declaró la situación de emergencia internacional por el brote del coronavirus.
A día de 31 de enero de 2020, se habían reportado 14.628 casos confirmados de pacientes con el nuevo coronavirus, con 14.451 casos en China y diversos pacientes infectados alrededor del mundo, pero especialmente en Japón, Tailandia, Singapur, Corea del Sur, Hong Kong, Australia y Taiwan. En Europa se reportaron casos, primero en Alemania y Francia, y más tarde en Italia y España. El número de fallecidos a causa del virus era de 305 y el número de recuperados ascendió a 348 (Giovanetti et al., 2020).
El primer caso de coronavirus en Alemania mostró que el virus se puede trasmitir aun cuando la persona infectada no tiene síntomas. Este hombre, sin ninguna enfermedad previa, presentó resfriado, dolor de garganta y mialgia (dolor muscular). Al siguiente día desarrolló fiebre y tos productiva. Días antes se reunió con una colega china que no había presentado síntomas de infección previamente, si bien en su vuelta a China dio positivo en el nuevo coronavirus. El paciente alemán se recuperó a los pocos días (Rothe et al., 2020).
El día 11 de febrero de 2020 la OMS cambió el nombre al nuevo coronavirus, pasándose a llamar SARS-CoV-2, y la enfermedad, COVID-19 (en inglés: "co" - corona, "vi" - virus, "d" - disease [enfermedad]).
A día 14 de febrero de 2020, la OMS confirmó 49.053 casos a nivel mundial, de los cuales 48.548 han sido en China y ya hay 1.381 muertes confirmadas en este país. Fuera de China hay 505 casos confirmados en 24 países y hay 2 fallecidos.
A día 18 de febrero de 2020, se han confirmado 73.337 casos a nivel mundial, de los cuales 72.439 han sido en China y ya hay 1.875 muertes confirmadas en este país. El nuevo de pacientes recuperados asciende a 12.994. Fuera de China hay 898 casos confirmados, 5 fallecidos y 136 pacientes recuperados.
A día 24 de febrero de 2020, se han confirmado 79.434 casos a nivel mundial, de los cuales 77.150 han sido en China y ya hay 2.593 muertes confirmadas en este país. El nuevo de pacientes recuperados asciende a 24.875. Fuera de China hay 898 casos confirmados, 5 fallecidos y 136 pacientes recuperados. Se puede observar el número actual de personas infectadas y recuperadas del coronavirus mediante el seguimiento de la infección que ha hecho la Universidad John Hopkins.
El día 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declara pandemia a COVID-19.
El coronavirus se trasmite por las gotitas respiratorias. Por ello, es una buena idea llevar mascarillas en caso de que en tu zona haya un gran foco de infección, como hacen en China desde el principio de la infección. A la hora de toser o estornudar es de vital importancia no hacerlo en la mano, sino en un pañuelo, o en la parte interna del brazo. Las formas de prevenir el virus las veremos más adelante.
Además del sistema respiratorio, el coronavirus podría entrarnos por los ojos. Si, literalmente. Es lo que algunos científicos sostienen. Un miembro del panel nacional de expertos sobre la neumonía en China contrajó el virus a pesar de llevar la mascarilla homologada, pero sin nada para proteger sus ojos. Días antes de la aparición de neumonía, este hombre presentó rojez en los ojos. Teniendo en cuenta que el SARS se trasmitía especialmente a través de las membranas mucosas en ojos, nariz y boca, esta opción no se puede descartar (Lu et al., 2020).
Aquí tienes un artículo actualizado sobre los síntomas de COVID-19.
Como hemos visto, los principales síntomas del nuevo coronavirus son fiebre, malestar general y tos seca, pudiendo llegar a la neumonía. En casos graves, aparece la dificultad para respirar y distrés respiratorio.
Los síntomas son parecidos a los de la gripe. En todo caso, y ante la duda de poder haber sido infectado por el virus, es recomendable que vaya a su médico.
Aquí tienes un artículo actualizado sobre la diagnosis de COVID-19.
A día de hoy no hay ningún tratamiento antiviral específico para el coronavirus, ninguna vacuna; los tratamientos que existen son de apoyo al sistema inmune (Chen et al., 2020).
Ahora bien, se están investigando posibles tratamientos contra el nuevo coronavirus: Antivirales de amplio espectro (lopinavir/ ritonavir) y análogos de nucleósidos (fabiravir, ribavirin, remdesivir). El que parece tener mejor potencial para el tratamiento del nuevo coronavirus es el remdesivir, pero todas estas posibles soluciones deben ser confirmadas previamente mediante experimentos clínicos (Lu., 2020).
Debido a la presencia de polimerasas ARN-dependientes, las mutaciones y las recombinaciones son frecuentes en la familia de los coronavirus. El receptor celular usado por el nuevo coronavirus es ACE2, presente en el epitelio del pulmón y el intestino delgado de humanos, de ahí que pueda infectar el sistema respiratorio y el tracto gastrointestinal. Así, identificar la posible ruta de infección puede tener implicaciones en el tratamiento de este virus (Chen., 2020).
Aquí tienes un artículo más actualizado sobre cómo prevenir COVID-19.
Como hemos dicho, no existe ninguna vacuna contra el coronavirus. No obstante, mantener una buena higiene ayuda a la prevención de infecciones. La mejor forma de controlar la fuente de infección es un diagnóstico temprano, aislamiento, tratamiento de apoyo y, para evitar desinformaciones y pánico innecesario, ir publicando regularmente la información de la epidemia (Chen et al., 2020). A nivel individual, también podemos ayudar a la prevención. El uso de mascarillas y evitar lugares públicos llenos puede ayudar. Además, la OMS da una serie de recomendaciones para reducir la exposición y posibilidad de transmisión de este agente infeccioso, a saber:
Chen J. Pathogenicity and Transmissibility of 2019-nCoV—A Quick Overview and Comparison with Other Emerging Viruses. Microbes and Infection. 2020. DOI: https://doi.org/10.1016/j.micinf.2020.01.004
Chen Y, Liu Q, Guo D. Emerging coronaviruses: genome structure, replication, and pathogenesis. J Med Virol. 2020. https://doi.org/10.1002/jmv.25681
Giovanetti, M., Benvenuto, D., Angeletti, S., Ciccozzi, M. The first two cases of 2019‐nCoV in Italy: where they come from?. J Med Virol. 2020. Accepted Author Manuscript. doi:10.1002/jmv.25699
Habibzadeh P, Stoneman EK. The novel coronavirus: A bird's eye view. Int J Occup Environ
Med 2020;11:65-71. 2020. doi: 10.15171/ijoem.2020.1921
Hui DS, Azhar EI, Madani TA, Ntoumi F, Kock R, Dar O, et al. The continuing 2019-nCoV epidemic threat of novel coronaviruses to global health — The latest 2019 novel coronavirus outbreak in Wuhan, China. International Journal of Infectious Diseases. 2020. DOI:https://doi.org/10.1016/j.ijid.2020.01.009
Lu C, Liu X, Jia Z. 2019-nCoV transmission through the ocular surface must not be ignored. The Lancet . 2020 DOI: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30313-5
Lu H. Drug treatment options for the 2019-new coronavirus (2019-
nCoV). BioScience Trends, Article ID 2020.01020. 2020 DOI: https://doi.org/10.5582/bst.2020.01020
Rothe, C., Schunk, M., Sothmann, P., Bretzel, G., Froeschl, G., Wallrauch. C., Zimmer, T., Thiel, V., Janke, C., Guggemos, W., Seilmaier, M., Drosten, C., Vollmar, P., Zwirglmaier, K., Zange, S., Wölfel, R., Hoelscher, M., Transmission of 2019-nCoV Infection from an Asymptomatic Contact in Germany. New England Journal of Medicine. 2020. DOI: 10.1056/NEJMc2001468
Zhu, N., Zhang, D., Wang, W., Li, X., Yang, B., Song, J., Zhao, X., et al. A Novel Coronavirus from Patients with Pneumonia in China, 2019. New England Journal of Medicine. 2020. DOI: 10.1056/NEJMoa2001017